De nuestros quince días por Italia, cinco lo dedicamos a la Región del Véneto, especialmente Venecia y alrededores.- Como era verano (temporada alta), decidimos estar confortables y tranquilos alojándonos en el Hotel Ducale de la ciudad de Favaro, a quince minutos de Venecia y a un precio de estadía mucho mas asequible que el centro.- La crónica de hoy tratará de la Isla de Burano, a la cual llegamos cogiendo el Bus 19 que pasaba por la esquina de nuestro hotel hasta la Piazzale Roma (Venecia) y desde allí el vaporetto de la linea 12.- En esta terminal salen y llegan todas las lineas de autobuses y ferrys hacia todas las direcciones.-
pepe en el vaporetto |
parada del vaporetto |
vistas desde el barco |
El viaje en estos vaporettos sobre el agua es mágico, bello e indescriptible, las aguas cristalinas, azules, el entorno y cuando se aproximaba al destino de Burano, nos sorprendía sus casas de distintos colores.- A parte de esta características de sus casas de colores, se destaca por los bordados, encajes y puntillas, que es su industria artesanal.-
También nos llamo la atención que la mayoría de las casas en sus ventanas estaban adornadas con macetas y plantas de muchas flores.- En sus puertas colgaban unas cortinas de lona rayadas o lisas de colores, para dejar la puerta abierta y que entre el aire, en los patios tendida sus ropas secándose al sol, todo esto me recordó mucho a mi niñez, practicas que en la actualidad no se hacen.- Algunos comercios cuando entrabas, podías ver como la artesana costurera confeccionaba los encajes.- Un comerciante nos comentó que en invierno la isla esta casi desierta.-
Y llego la hora del almuerzo, es lo que tiene estar en Italia, que de norte a sur te ofrece las mejores gastronomías, hoy era el turno de unos ricos espaguetis y un buen vino tinto, un momento de relax y la música de fondo que escuchábamos la ponían los artistas callejeros, si lo deseas podéis hacer clic aquí y ver un pequeño vídeo que realice.-
Por la ciudad siempre se observa un campanario inclinado (il campanile) de la Iglesia de San Martin, esta inclinacion se debe al movimiento de los cimientos, tambien en algunas casas altas se puede apreciar lo mismo.-
Por la tarde nos dedicamos a caminar sin rumbo, a cruzar puentes de madera y disfrutar de este momento nuestro, visitamos el Museo del Merletto que nos enseña la historia del encaje, oficio estrella en la isla.- Por si no lo sabéis somos los padres de ViajarCuesteLoQueCueste, Mabel y Pepe y tenemos 72 años, queremos viajar y aprovechar cada día, Burano nos regalo un sol fantástico, colores vivos, gente amable y acogedora.- Gracias !!!
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©viajarcuesteloquecueste.com
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me encanto gracias por interpretar mis palabras besos....
ResponderEliminarGRACIAS a vos mami por ser tan colaboradora del blog un abrazo
EliminarPrecioso post!!!
ResponderEliminarGracias Elisa por tu comentario un abrazo grande
Eliminarmuy buena la descripción de todo lo vivido¡¡¡hermosas las fotos ¡¡¡cuánto color¡¡¡
ResponderEliminarGracias Mabel un abrazo viajero
Eliminar¡Qué lindos recuerdos me trajo el relato! Ya lo tengo todo bastante olvidado! me encantaron 2 detalles del relato: uno, el ojo de Mabel en lo que son las manualidades, los bordados y demás (creo que nosotros no prestamos atención más que al color de las casas) y el otro, lo de las puertas de las casas abiertas, y ese recuerdo que tiene de su infancia, que yo en la mía también la tengo (somos de pueblo, vio!)... me sacaste una sonrisa... :)
ResponderEliminarUn beso grande!
Gracias Flor por comentar un abrazo viajero
Eliminargracias Flor por tus hermosas palabras besos y abrazos...
EliminarQue belleza de fotos!!
ResponderEliminarQue belleza de fotos!!
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